El oficio de catequistas es una vocación por medio de la cual, Dios elige y llama para que sean testigos del amor de Dios a los niños y jóvenes encomendados.
su labor, por tanto, es un mandato divino. Dios les confía la vida de cada uno de esos niños y jóvenes, para que, en Nombre del Señor, le hagan presente.
¡qué gran dicha es ser llamada por Dios para ser testigo de su amor!